Hace unos años, cuando encontrar curro era casi más difícil que te tocara la bono-loto, tuve la suerte de ser fichado por una empresa alcarreña de señalización y balizamiento. No es que fuera un trabajo muy creativo: básicamente se trataba de poner nombres de pueblos en carteles de estaciones de tren. Tal y como era de suponer, una vez llegado el temido "fin de obra" se me puso de patitas en la calle. Sin embargo, pasado un tiempo, fui requerido de nuevo por la empresa en cuestión. Se trataba de intentar ganar una adjudicación de señalización turística de diferentes rutas en la provincia de Guadalajara. Como no soy rencoroso, acepté el encargo. Como tampoco soy tonto, aproveché la coyuntura y les facturé en consecuencia. Y como, además, soy muy bueno (je, je) TECNIVIAL, S.A. ganó el concurso.
Disfrutad de los paisajes.
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